Rajoy miente y sube los impuestos

Asoen escribió:Pero no me has respondido a mi pregunta. Dices que los servicios de 20 son insuficientes y por eso le dan servicios de 40, ¡pero previamente le han quitado 20! Entonces, si le quitan 20 para darle servicios de 40, en realidad le están dando 20, a lo que yo pregunto: ¿por qué no le dan directamente servicios de 20? Respuesta: porque en realidad no le dan servicios por valor mayor de lo que le quitan sino por valor menos, por eso los impuestos a los trabajadores son un robo y una estafa y hay que luchar contra ellos.

La teoría de la subida de impuestos es que será progresiva porque tasa más a los que más tienen. La práctica de las matemáticas dice justo lo contrario: una vez más, las clases medias volverán a cargar con el coste de la recuperación.

En España, quienes pagan el Impuesto de la Renta son fundamentalmente las clases medias, hasta el punto de que el 95% de quienes pagan IRPF declaran cobrar menos de 53.400 euros al año. Sólo un 5% de los contribuyentes confiesan tener nóminas de más de 53.000 euros anuales. Eso significa que de los 4.111 millones que se van a recaudar, 3.893 los pagarán las clases más bajas.

Así, pese a que el Ejecutivo ha aprobado un “enorme” recargo para los más ricos, ese impuesto para los más pudientes va a recaudar 230 millones y va a afectar apenas a un millón de esos supuestos “contri- buyentes ricos”. Por el contrario, los 16 millones de ciudadanos con rentas más bajas pagarán el grueso del ajuste, el 95% del total, es decir, más de 3.800 millones de euros.



Lo mismo ocurre si se leen las nuevas cargas al ahorro. En España, quienes declaran tener ahorros por encima de 24.000 euros (ese es el nivel que –oficialmente—convierte a un ciudadano en rico) son el 30% de la población. Eso significa que dos de cada tres euros los pagarán los españoles que tiene ahorros de hasta 24.000 euros.

El eslogan de que los ricos pagarán más vuelve a ser –da igual que lo enuncie el PSOE o el PP—un eslogan que no soporta las matemáticas. Ese eslogan no tiene en cuenta que quienes son realmente ricos en España no tributan por nóminas sino por sociedades o por instrumentos que permiten la elusión fiscal. Si realmente se quería gravar a las clases altas, hay una fórmula mucho más sencilla: gravar las SICAVs (el 70% de esas sociedades inmobiliarias están en manos de particulares privados).