El preludio de la rendicion... o de la victoria
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El preludio de la rendicion... o de la victoria
Hay gente que va a la guerra pensando que sera un camino de rosas. Desde la tranquilidad y la ignorancia de quien no sabe a lo que se enfrenta (o no quiere saberlo), estas personas cometen la irresponsabilidad de no juzgar los riesgos a los que se enfrentan si quieren dar el paso de luchar por un ideal, y se imaginan su combate contra la injusticia ante la que van a alzarse como un idilico paisaje en el que el enemigo huira con solo ver su aguerrida figura...pero por desgracia no es asi, y cuando el ejercito rival responde a su osadia con una rafaga de ametralladora, aunque solo sea de advertencia, aquellos que fueron a la guerra para divertirse, conseguir una fama facil o jugar a ser soldados huyen despavoridos o declaran treguas eternas que permitiran al enemigo campar a sus anchas como si la resistencia no existiera.
El problema es que estos soldaditos de plastico, que tan alegremente se metieron en la guerra sin saber lo que significa luchar, recibieron el apoyo y la confianza de mucha gente, que de saber la naturaleza de su endeble ejercito se habrian organizado por su cuenta y no habrian malgastado sus esfuerzos en una causa condenada al fracaso por la pusilanimidad de sus defensores. Tambien se convirtieron en depositarios de las esperanzas de tantas personas que creen en una realidad distinta y tal vez caigan en el desanimo si ven desmoronarse la alternativa en la que creyeron. Por ello no tienen derecho a la cobardia, porque ellos mismos decidieron luchar, libremente, obtuvieron la solidaridad y la cooperacion de miles de personas, el honorable puesto de defensores de una causa fundamental, y por tanto ahora no pueden echarse atras.
Los cambalaches siempre son repugnantes, pero cuando su finalidad es salvar el cuello del "soldado" a costa de la esclavitud del pueblo al que prometio defender, directamente son abyectos. Comenzar la venta a precio de saldo de los ideales que constituyen el nucleo esencial de un proyecto no puede conllevar sino la desintegracion de tal proyecto y que todo se quede como estaba. La dignidad y el futuro de un colectivo jamas pueden negociarse, ni total ni parcialmente...pero mucho menos si dicha negociacion supone una rendicion absoluta a cambio de volver a casa cabizbajos y desarmados pero conservando la vida...para ver como le ponen el yugo a nuestra gente.
La cobardia y la resignacion son el preludio de la rendicion. La aceptacion del reto del enemigo, pese a los riesgos personales que pueda suponer, el ejemplo que unira a la lucha a miles de nuevos voluntarios. Cuando suenan los primeros disparos se descubre si el soldado es un hombre o un gusano. Si son hombres la lucha sera mas facil, y si son gusanos...que nadie dude que seran sustituidos por hombres.
El problema es que estos soldaditos de plastico, que tan alegremente se metieron en la guerra sin saber lo que significa luchar, recibieron el apoyo y la confianza de mucha gente, que de saber la naturaleza de su endeble ejercito se habrian organizado por su cuenta y no habrian malgastado sus esfuerzos en una causa condenada al fracaso por la pusilanimidad de sus defensores. Tambien se convirtieron en depositarios de las esperanzas de tantas personas que creen en una realidad distinta y tal vez caigan en el desanimo si ven desmoronarse la alternativa en la que creyeron. Por ello no tienen derecho a la cobardia, porque ellos mismos decidieron luchar, libremente, obtuvieron la solidaridad y la cooperacion de miles de personas, el honorable puesto de defensores de una causa fundamental, y por tanto ahora no pueden echarse atras.
Los cambalaches siempre son repugnantes, pero cuando su finalidad es salvar el cuello del "soldado" a costa de la esclavitud del pueblo al que prometio defender, directamente son abyectos. Comenzar la venta a precio de saldo de los ideales que constituyen el nucleo esencial de un proyecto no puede conllevar sino la desintegracion de tal proyecto y que todo se quede como estaba. La dignidad y el futuro de un colectivo jamas pueden negociarse, ni total ni parcialmente...pero mucho menos si dicha negociacion supone una rendicion absoluta a cambio de volver a casa cabizbajos y desarmados pero conservando la vida...para ver como le ponen el yugo a nuestra gente.
La cobardia y la resignacion son el preludio de la rendicion. La aceptacion del reto del enemigo, pese a los riesgos personales que pueda suponer, el ejemplo que unira a la lucha a miles de nuevos voluntarios. Cuando suenan los primeros disparos se descubre si el soldado es un hombre o un gusano. Si son hombres la lucha sera mas facil, y si son gusanos...que nadie dude que seran sustituidos por hombres.
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