Alcohol y fiestas universitarias

En las fiestas de Derecho del presente año, criticables desde luego por su nulo contenido cultural, se impuso una medida que, en contraposición con la política seguida en otras celebraciones universitarias, como la fiesta de económicas del jueves, fue ciertamente acertada: la prohibición de entrada de bebidas alcohólicas en el recinto de las paellas, donde sólo se servía cerveza (aunque lo ideal habría sido dar un papel predominante a las bebidas no alcoholicas, empezando por la cerveza sin alcohol, pero al menos es un paso). Dicha medida fue insuficiente y contradictoria si la ponemos en relación con la permisividad, e incluso potenciación, del consumo de alcohol, en otras actividades nocturnas integradas en las mismas fiestas de nuestra facultad. Pero me sirve para denunciar la vergonzosa política de indiferencia, y a veces fomento, de las borracheras en las fiestas universitarias por parte de muchas autoridades académicas locales y nacionales, pervirtiendo la esencia misma de tan elevada institución como es la universidad, y transformando el lugar que debería ser templo de la Razón, la libertad y la dignidad humanas, en erial de embrutecimiento, degradación y vergüenza.

Desde luego es deprimente hablar con algunos compañeros sobre las fiestas (o ver sus fotologs) y oirles decir alegremente que ellos van alli a emborracharse. Contemplar como una persona puede llegar a tal grado de pérdida de su honor, de indiferencia hacia el valor que como individuo tiene, de desprecio por sí mismo, de abyecta y odiosamente sumisa esclavización, te deja con el alma en los pies. Que alguien acepte entrar en el estado de patético embrutecimiento, de indigna inconsciencia, de vil pérdida de la libertad y el autocontrol, lo más sagrado y valioso que tenemos, que alguien asuma entrar en un estado que le transforma en una tristemente ridícula marioneta de risa floja, que le hace realizar acciones de las que se avergonzaría estando sobrio, que le hace vomitar sobre los más básicos valores humanos, empezando por los suyos propios (más de un cerdo me ha dicho a lo largo de mi vida que en las fiestas busca chicas borrachas porque es mucho más fácil tirárselas)...es incomprensible, inaceptable y sólo achacable al hediondo influjo sobre el individuo de un poder económico y político que busca someterle y tenerle bien atado, para explotarle a gusto y evitar que pueda pensar por sí mismo. Encadenando a la juventud a los más bajos placeres, que además nublan y destruyen su mente, tienen asegurada una nueva generación de esclavos...y desde luego les resulta especialmente útil que, en sus momentos de ocio, cuando podrían debatir y enriquecer sus mentes, se dediquen a matarse neuronas y defecar sobre su dignidad.

Y la universidad no puede permanecer impasible ante tan obscena y horrenda destrucción de los futuros ciudadanos. No puede ser cómplice de los miserables que enseñan a los jóvenes a no respetarse pensando que si no se respetan a sí mismos, si se ponen de rodillas voluntariamente ante el alcohol, también se arrodillarán ante sus brillantes zapatos de piel por un salario basura. La universidad española, empezando por los decanos, debería enfrentarse a tanta inmundicia enseñando a los jóvenes que sin libertad, sin el control que ejerce nuestra conciencia sobre lo que hacemos, sin respeto a nosotros mismos y nuestros valores, sin la voz de nuestra rebeldía que nos anima a ser DUEÑOS de nuestro ser, sin que nada ni nadie tuerza nuestra voluntad y nos lleve a hacer cosas que nos avergonzarían o que nos parecen bochornosas estando sobrios...sin todo eso somos peor que cerdos, pues hemos renunciado a nuestro don más sagrado, a aquel que nos hace humanos y sin el cual jamás podremos ser felices...a la libertad. Pero no le pido tanto. Sólo le reclamo que, al menos, impida que en su seno, en sus instalaciones y recintos, nadie tenga que torcer la cara con asco y pena al ver a un compañero de rodillas vomitando o a una joven que no se tiene en pie y, ante su patético y despreciable estado, aun esboza una triste y atontada risa, como el borrego al que llevan al matadero. Si la universidad española continúa permitiendo tales hechos, perderá el derecho a seguir considerándose titular de los valores y nobles fines que en su día la hicieron nacer.

He de comenzar diciendo que es buen tema a tratar. El alcohol es una droga legalizada y de la que un gran numero de personas se sienten por decirlo de alguna manera atrapadas. El consumo de alcohol,sobretodo de forma abundante, responde a una necesidad de socializacion, comportandose uno de forma opuesta a como lo haria estando sobrio, como se ha dicho en el comentario anterior. Tambien es el instrumento que permite a la gente con problemas evadirse por un rato de los mismos y "disfrutar" con sus amigos. Hasta aqui se puede estar mas o menos de acuerdo.
Las fiestas de Derecho, en mi opinion, han sido en este sentido buenas ya que no se ha presenciado o por lo menos yo no he presenciado a nadie en un estado de embriaguez lamentable.Prohibir en exceso es un error y atenta gravemente contra un gran numero de personas que si saben beber con moderacion y comportandose como personas civilizadas.
hay que tener una vision critica respecto del alcohol pero sobretodo actuando desde la infancia. Siempre he pensado que todo en la vida es una cuestion educacional y de hay que este tema tenga el transfondo de la educacion, de saber si se ha educado bien.
No considero que sea un error servir cerveza en las universidades o recintos facilitados por las mismas pues hay quien sabe beber y quien no pero es como todo en la vida, que no se pueden controlar determinadas conductas por mucho que se prohiban.
Por tanto, no se debe prohibir servir alcohol o dar preferencia a bebidas sin alcohol sino que lo que se debe hacer es educar sobre este tema y las consecuencias derivadas de su consumo sin control. El alcohol, como toda droga, es una lacra cuando se consume desmesuradamente y habitualmente.

La clave está en que el grado de presencia de una bebida en la fiesta predispone a su consumo. Si tan sólo se sirve cerveza, o se deja un papel residual a las bebidas no alcohólicas, la gente, aunque sólo sea por sed, beberá cerveza. ¿No existen numerosísimas bebidas no alcohólicas de excelente sabor? Démosles el papel que les corresponden y ofrezcámoslas, como mínimo en pie de igualdad a la cerveza. En ese caso veré perfectamente bien que la cerveza se sirva (vigilando el consumo, eso sí). Otra cosa son las bebidas de mayor graduación. Ahí sí que estoy en contra. Y por eso considero un paso adelante la prohibición que se hizo en nuestras fiestas. Porque es cierto que muchos no nos emborracharíamos...pero otros muchos sí, y prueba de ello es lo que sucedió el jueves en las fiestas de económicas (yo no estuve pero varios compañeros me informaron del desarrollo de las celebraciones). Y la universidad no puede permitir que en sus instalaciones se produzcan situaciones tan bochornosas y destructoras de la dignidad humana. En consecuencia, creo que debe prohibirse la entrada en los recintos festivos de bebidas de alta graduacion sobre la base de un simple cálculo de intereses. Los compañeros pueden disfrutar exactamente igual de la fiesta con un zumo de naranja, una fanta, una cerveza o un vodka con limón. El sabor de las bebidas, y puedo dar fe de ello, es igualmente bueno (salvo el del vodka que jamas lo he probado ni lo probare). En cambio, los compañeros con conciencia no podemos estar a gusto viendo como otros se humillan y se denigran ante nuestras narices, es algo que hiere a la más mínima sensibilidad humana. Y, desde luego, la universidad no puede soportar la afrenta de ver semejante espectáculo, grotesco y abyecto, en su seno. En consecuencia, y dada la clarísima disparidad de los intereses en conflicto, creo que es de justicia prohibir dichas bebidas. Coincido con odin en que la educación es capital para acabar con esta lacra.

Y la descripción que ha dado odin sobre los fines de las borracheras me permite comentar brevemente otra de sus repugnantes formas de anular al individuo: aparte de servir al sistema para someternos (y probablemente ésta sea otra de las facetas de esa sumisión) fomentan la cobardía y el autodesprecio. Frente a ese pilar de la construcción humana que es la aceptación de uno mismo y el mostrarte al mundo tal como eres, luchando por cambiar aquellas cosas que no te gustan, el alcohol te propone convertirte en un payaso que teoricamente tendrá una mayor aceptación social...pero que, aparte de ser patético y esperpéntico...no eres tú. Ponte una odiosa máscara que no tiene nada que ver contigo y cuyo precio es tu libertad misma...y haz reir a los demás para que te "acepten". Serás doblemente esclavo: esclavo de tus miedos por no tener coraje para mostrarte al mundo tal como eres, y esclavo de la droga q te emborracha. "Evadete" como una rata cobarde en vez de pelear por cambiar la realidad. No te preocupes, mientras tú estás por los suelos como un gusano sarnoso, nosotros perpetuaremos esta asquerosa realidad de la que huyes con el rabo entre las piernas...y te dominaremos a ti también. Porque si has vendido tu dignidad al alcohol una vez, se ha abierto la puerta a que la vendas mil. Eso piensan los que cortan el bacalao cuando un joven se emborracha. Porque eso es lo que quieren (centrándonos en los fines de las borracheras que ha comentado odin, de los otros ya hable yo al principio): cobardes que se avergüencen de sí mismos y tengan la autoestima por los suelos, que hagan cualquier cosa por no ser rechazados y huyan en vez de plantar cara y luchar por su futuro.

En realidad, la entrada de alcohol de altra graduacion esta prohibida... pero hecha la ley hecha la trampa ya que esta prohibido el acceso de alcohol en vidrio dando cabida al envase de plastico. Coincido en que es necesaria la variedad para consumir bebidas pues si solo se sirve cerveza u otro tipo de alcohol evidentemente solo se bebera de eso; aunque creo recordar que en las fiestas de derecho tambien se servian zumos o algo similar.
Es tambien cierto que ver a una persona en tal grado de embriaguez despierta un sentimiento de verguenza ajena e incluso uno se violenta al ver tal deterioro de la persona. Creo que puesto que la universidad no debe prohibir si que debe concienciar sobre los efectos de su consumo sin control. Diversion esta fuertemente unida a alcohol por desgracia.

Lo que deben hacer es prohibirla como en nuestras fiestas: un guardia en la puerta y el que lleve las bebidas, las lleve donde las lleve, no entra. Yo pienso que la universidad, aparte de educar (cosa que es capital y con la que coincido plenamente contigo) debe prohibir que las borracheras se realicen en su recinto, pues dichas actividades atentan radicalmente contra los valores que la sostienen y lógicamente debe protegerse y hacer todo lo que esté en su mano también por proteger la sensibilidad de quienes tenemos conciencia y la salud y el honor de los inconscientes (impidiendo al menos que se destrocen la salud y la dignidad dentro de sus instalaciones). Porque ver a alguien bajo los efectos del alcohol siempre es deprimente, desde el momento mismo en que le altera. Y es cierto que en el podrido modelo social que nos imponen alcohol y "diversión" (agilipollamiento colectivo para ser exactos) van unidos, igual que opulencia de los empresarios y marginación de los débiles...pero ambas cosas son anti natura. Por eso los jóvenes tenemos que librarnos de sus ataduras y ponerles en su sitio a quienes intentan convertirnos en sus siervos. Antes la religión era el opio del pueblo...ahora lo son el alcohol y las modas. No dejemos que nos utilicen y nos pisen.

(Por cierto yo los zumos no los vi, pero también debo decir que sólo estuve un rato al principio). Lo que es seguro es que no les dieron ni la millonésima parte de publicidad que a la cerveza.

La teoria al fin y al cabo es eso... teoria, maxime cuando no se sabe o no se quiere llevar a la practica o praxis tambien llamada. La sociedad esta marcada por las modas en todos sus ambitos; si antes era la religion para desgracia de los pobres ahora es la opulencia para desgracia de los ricos o esa clase media tan buscada. El capitalismo atroz anexa a la falta de principios-valores es nota predominante de la sociedad que nos merecemos. El peor enemigo de un gobierno es un pueblo culto porque atreves de la critica, del saber podemos realizar un presion sobre el sistema e intentar corregir sus vicios y errores.
La medida que sugieres referida a la seguridad en los accesos a la universidad para prohibir y controlar la entrada de bebidas alcoholicas es casi imposible la verdad. Para que te hagas una idea, el jueves de economicas en espinardo fue tal el hacinamiento en el acceso al recinto que el vigilante al ver que no podia con el mismo decidio quitar la valla para dejar entrar a todos con lo que ello supone(entrada de mas bebidas,menores y otras cosas). ademas, el recinto era un "coladero" porque se podia entrar por uno u "otros" lados. En la merced es casi similar pero es que la entrada de alcohol es incontrolable ya que se valen de envases de plastico con lo que se engaña al personal que muchas veces no quiere ver la trampa. Se ha querido hacer asi, es decir, dar cabida al acceso de alcohol, y no lo veo mal pues todo con moderacion es aceptable.
Los valores de las personas chocan contra los intereses de las personas. Al parecer, el agilipollamiento es ya comun entre un gran numero de personas.

Hablas con sabiduria en tu analisis sobre la cultura como forma de derrotar a los caciques Sobre lo del acceso si que discrepo, pues pienso que destinando medios adecuados (mas vigilancia, vallas etc) se puede lograr. En nuestras fiestas yo vi expulsar a mogollon de gente por llevar bebidas y confiscar muchas de ellas. Alli tambien era posible, aunque dada la masificacion se requeria una mayor inversion en medios, que por desgracia no se dio. La clave esta en querer hacerlo, en estar dispuesto a poner los medios para garantizar la respetabilidad de la universidad y hacer todo lo posible para que los borregos capaces de degradarse de un modo tan ruin no se jodan a si mismos, y, si lo hacen, al menos que no sea dentro del campus y que la universidad peuda tener la conciencia tranquila.

Soy abstemio, salvo un buen vino en las comidas o alguna caña cuando hace calor que compagino con la horchata.
No me gustan las borracheras ni la potenciación del alcoholismo.
No obstante, creo que la libertad no se puede imponer, la libertad se gana y se debe de trabajar en la educación desde la época pre-escolar, no se pueden cambiar las costumbres adquiridas durante mas de década y media en un cuatrienio o menos.
Hay que educar desde el principio y no prohibir.

Estoy totalmente de acuerdo con que la educación es esencial (y enhorabuena por ser un hombre libre). Pero yo no estoy diciendo que la universidad les obligue a no emborracharse...sólo que no permita que en las instalaciones de su propiedad, en las que debe regir un código ético mínimo basado en los valores del espíritu universitario que antes describí, no se permita esa actividad y no sea cómplice con ello de tan deprimentes y vergonzosas situaciones. Ahí la universidad no está coartando la libertad de nadie, sólo se limita a usar correctamente su patrimonio y adecuarlo a los fines que por sentido común le son propios.

Y siguiendo con la polémica que tratabamos en este tema, traigo a colación un asunto que me ha indignado bastante. A la entrada del aulario, hay un cartel de las fiestas de letras que anuncia la celebración de una "ruta etílica" por diversos pubs y discotecas. El hecho de que una fiesta (y más siendo universitaria) se fundamente en emborracharse (el considerable número de "paradas" de la ruta y su nombre mismo evidencian su propósito), es ciertamente desolador. Lo que ya es indignante es el "reto" que lanzan al personal en la última frase del anuncio..."¿cuánto crees que podrás aguantar?". Es decir...¿cuanto tardarás en convertirte en un guiñapo sin voluntad, en un patético débil mental sin conciencia ni libertad, en el más triste payaso? ¿cuánto tardarás en dejarte el hígado como un colador?. He aquí la expresión más fiel de la repugnante lógica del "beber hasta que el cuerpo aguante" que tanto ha servido al sistema para esclavizar, lavar el cerebro y matar las neuronas a los jóvenes. Me parece intolerable que una apelación tan obscena al consumo inmoderado de alcohol, con las terribles consecuencias que éste tiene para la dignidad y la salud del ser humano, se puede colgar en una institución como la universidad, que precisamente debería estar comprometida al máximo con esa dignidad. El alcohol en exceso es tan degradante y nocivo como las drogas (porque se convierte en una droga). Permitir su apología es plenamente equiparable a tolerar la apología de las drogas.

Estoy totalmente de acuerdo contigo, Ícaro.