Plab Bush: robar a los pobres para enriquecer a los ricos

EEUU ha vivido en los últimos años un proceso de degeneración del capitalismo (sistema ya degenerado de por sí) no de carácter moral, pues el capitalismo jamás se basó en moralidad alguna, sino técnico y estratégico. La ambición de banca y ejecutivos por obtener más y más dinero, al precio que fuese, nubló su mente hasta el punto de hacerles olvidar el equilibrio en que, por su propio interés, debían mantener al sistema para que éste no corriese peligro y todo siguiese en su lugar (a saber: millones de esclavos y expoliados víctimas del sistema muriéndose de hambre, en concreto dos tercios de la población mundial; unos cuantos millones de autómatas de cerebro lavado y alma dormida que obedecen lo que la televisión y las podridas normas sociales les mandan, es decir, consumir, embrutecerse, trabajar y no pensar, aunque gracias a Dios hay gente entre esta "clase media" que lucha por cambiar las cosas; y, por último, una oligarquía que derrocha en lujos y frivolidades las riquezas que, en forma de plusvaía, privilegios hereditarios, usura y expoliación de los recursos naturales, ha robado al resto del mundo).

Y el capitalismo entró en crisis. Hipotecas basura, guerras para monopolizar el control del petróleo que sólo logran disparar su precio, concentración de la economía, aquí en España, en la salvaje explotación urbanística que, llevándose consigo millones de litros de la preciada agua y tanta destrucción de la naturaleza de la que somos parte, ha terminado por estallar en las manos de sus artífices y dañarnos a todos con su onda expansiva... la ambición tornada en una locura tan desquiciada que ha anulado hasta el instinto de supervivencia de las propias hienas de Wall Street.

Pero el sistema era demasiado valioso para los oligarcas y sus representantes, los políticos oficialistas, y por ello, contradiciendo su propio dogma de no intervención estatal en la economía, intervinieron...pero para salvar a los ricos y al sistema que les enriqueció usando el dinero de los pobres. Setecientos mil millones de dólares, una cifra que, en forma de infraestructuras, oportunidades y subsidios, salvaría de la pobreza a millones y millones de norteaméricanos...empleada en salvar de la quiebra a quienes, LIBREMENTE, han llegado a ella por su ciega codicia. ¿No son liberales? ¿Entonces por qué hay que salvar a la sanguijuela que, siguiendo las normas de su inhumano mercado, se ha arruinado, y encima con el dinero de las víctimas del capitalismo, de los obreros de sueldos exiguos que no llegan a fin de mes? ¿Salvar al preboste de mansión y mercedes y no salvar al trabajador de pisucho hipotecado que, por no poder pagar, se va a quedar en la calle? ¿Y para qué? ¿Para, en el mejor de los casos, mantener el mismo sistema que condena a la precariedad a millones de trabajadores y a la miseria al 25% de la población española y a un porcentaje todavía superior de la estadounidense?

El capitalismo ha demostrado ser desde sus inicios un sistema criminal donde la dignidad humana y el bienestar del pueblo se sacrifican para el beneficio de una minoría explotadora, donde el valor del trabajo y los recursos naturales se roban para enriquecer a cuatro miserables, y donde una herencia para cuya obtención no te has esforzado en absoluto te puede dar mucho más dinero que una vida de trabajo. Ahora está mostrando su cara más aterradora, antes mínimamente reprimida por el propio interes de sus dirigentes. Continuarlo sólo nos traerá más injusticia, más asesinatos por hambre y siniestralidad laboral, más vidas truncadas por falta de recursos, estímulos y oportunidades y más opulencia para la oligarquía que lo controla. Ojalá tengamos el valor de, en este momento crucial, apostar por la humanidad y desterrar de nuestras sociedades el oscurantismo, la bajeza y la codicia que las han regido hasta ahora.