El sistema de elección del CGPJ y del Fiscal General del Estado

Hola,

Con el permiso de nuestro aéreo moderador, me gustaría lanzarle a él y a quién quiera participar, una cuestión que surgió en el debate de investidura a raíz de la intervención de Rosa Díez, de UPyD, sobre el modo de elegir a los miembros del CGPJ, así como el del Fiscal General del Estado. Esta es : ¿Os parece, desde un punto de vista jurídico-práctico efectivo el método actual para salvaguardar la independencia de los jueces, y una (cierta, pues plena tampoco sería buena) autonomía que debería tener el Ministerio Fiscal?.

La cuestión, como he dicho, aunque pueda tener muchos matices políticos, os la realizo como juristas o como proyectos de, como un servidor; no como una pregunta ideológica.

Un saludo o un abrazo, lo que más os apetezca. XDDD

Desde luego, es obvio que el fiscal general del Estado es en gran medida un apéndice del gobierno, como lo fue en su día (gobierno del PP) Jesús Cardenal. Las aberraciones jurídicas que supusieron la iniciativa de Conde Pumpido para ilegalizar al cincuenta y pico por ciento de las listas de ANV, pero no al partido en sí (digo yo que si un partido presta más de la mitad de sus listas a ETA, demuestra estar al servicio de los terroristas y abre las puertas a que las autoridades, en cumplimiento de la ley, pidan su ilegalización con absolutas posibilidades de éxito), o la vergonzosa inacción de Cardenal en el caso Pinochet, demuestran que el gobierno de turno, al menos en los asuntos que le interesan, mueve los hilos del fiscal general. ¿Formas de evitarlo? Se me ocurren dos. La primera, que una vez concluido el periodo para el que fue nombrado, el fiscal general no pueda volver a serlo. Así evitamos que actúe pensando en agradar a los mandamases para que le "renueven el contrato" (obviamente lo del contrato es una forma de hablar figurada ). La segunda, tal vez un poco más excéntrica, que el cargo de fiscal general se cubra por sorteo entre aquellos fiscales que cumplan una serie de estrictos requisitos que garanticen su capacidad y experiencia (por ejemplo, llevar una serie de años en el cargo o tener un altísimo porcentaje de juicios "ganados", es decir, juicios en los que el criterio de la fiscalía fue escuchado).

Y lo del CGPJ...la verdad es que también es complicado. No es tan sangrante como el caso del fiscal general porque, una vez finalizado su mandato, no pueden volver a ser reelegidos. Por ello aquí las posibilidades de servilismo a quien les eligió disminuyen, aunque pueden darse cuando el miembro del CGPJ aspire a otro alto cargo de designación gubernamental. Desde luego, el que los jueces fuesen quienes eligiesen su Consejo sería tan injusto como que lo haga el gobierno, pues todos sabemos lo politizadas que estan sus asociaciones profesionales y como el sector conservador es el que más poder tiene en la judicatura. La única solución alternativa a la actual que veo, es la del sorteo entre los jueces de un determinado bagaje profesional y una experiencia dilatada.

Fijate, el tema de los sorteos no se me había ocurrido. Todas mis respuestas giraban alrededor de "que los nombre funganito o zutanito". Si es que no hay nada como plantear temas en la Tribuna del Jurista para encontrar prontas y eficaces soluciones XDDDDDDDD

Muchas gracias por valorar mis excentricidades jurídicas pero seguro que tus soluciones sobre el nombramiento son, como mínimo, tan válidas como las mías.

No creas, el componente aleatorio del sorteo permite una menor manipulación política, pero sigue respetando lo que señala la Exposición de Motivos de la LOPJ respecto a que quién representa la soberanía nacional en las Cortes debe de poder decidir: el Legislador puede poner o indicar los criterios que considere los adecuados, pero luego se aumenta la independencia con lo aleatorio del sorteo.

Me gusta la idea.