Hoy los fascistas se han apoderado del campus

Por si alguien no lo ha visto, aún, que mire el video de LaVerdad

Grupos de encapuchados quemando contenedores, atacando a los trabajadores, destrozando los coches particulares.

Algunos incluso llevan pegatinas de sindicatos. Otros son simplemente la nueva moda de los camisas pardas

La violencia destinada a coaccionar a quienes libremente deciden trabajar es inaceptable y debe condenarse igual que la brutalidad policial que ahora mismo ha destrozado la cabeza de un hombre a quien conozco personalmente y jamás ha sido violento. También debe condenarse la política criminal de Valcarcel y su fiel capataz Cobacho, destinada a desguazar la UMU y negar el derecho fundamental a una educación de calidad que pertenece a todos los jóvenes murcianos. Condenar sólo una cosa y callar ante las demás es hipocresía en estado puro. Hay que combatir el caciquismo, la corrupción, el tráfico de influencias, el oscurantismo, la violencia de los poderosos contra el patrimonio de los ciudadanos y el miedo que hoy encadenan a la sociedad murciana, pero la forma de hacerlo es empleando la palabra, el trabajo colectivo, las movilizaciones masivas pero pacíficas y las acciones judiciales contra quienes nos pisan (y si alguna autoridad judicial no cumple con su deber, se le denuncia también).

Por desgracia es lo de siempre en este tipo de huelgas, pero no por ello menos vergonzoso y condenable.